Volumen 4


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marchalenes dijo...

Del Marchiliena del Repartimet, al desconcertante rotulo del Parque de Marxalenes.
Con todo fundamento el topónimo valenciano Marjal, es originario del árabe March, y de una diferenciación de aquel primero, germinaron entre otros en tierras valencianas los hidrónimos diferenciados de Marjaleria Castellón, Marjalena Valencia, y el diminutivo Marjaletes en Alicante. Los adictos de la Academia Valenciana de la Lengua, la invocada como fenicia, por don Vicente Torres, ese valenciano de pro, escriben el nombre de nuestro antiquísimo “raval”, con el neologismo Marxalenes. Y de esta manera los partidarios de la AVL, dejan herido de muerte a nuestro entrañable topónimo. Por lo tanto no hay traducción en tal caso sino deturpación, es decir, se despoja de los distorsionados Marchalenes-Marjalenes y se intenta borrar la sinonimia, sustituyendo la “X” por la “CH”, y la “J”. Entonces del originario Marjal, se suplantaría el "marxar”. Y así, nuestro dulce y eufónico gentilicio de Marjaler, tendrá que subsistir, junto con el trastocado “marxant” (mercachifle), o “marxaor, (jutge de partida de pilota). Estas alteraciones del nombre de nuestro topónimo, a los oriundos, o moradores de este antaño poblado lacustre nos hace chirriar. En muchos documentos del Siglo XV, se encuentra el nombre del poblado con las grafías Marjalena, Marchalena, Margalena. En el “Llibre d`Avehinamet” (1424), se puede leer (…) habita “en les tendes de Marchalena (…)”. Años después encontramos este soporte documental con esta llamativa explicación.- “Otrosí: Que aunque se nombran dos caminos el uno de Liria, y el otro de Marchalena, y otro también en otra parte de Paterna; es un mismo Camino real; Pues baxando de Liria para Valencia, va a Marchalena; y saliendo de Valencia, va a Liria y Paterna”. (A.R.V, Escrivanies de Cámara, exp.119 (1764) p. 164.

En la escritura de compraventa de “unas tierras con moreras”, Camino Azagador de Paterna (1709), (actual calle Arzobispo Fabián y Fuero) figura como “distrito de Marchalenes”. El cura de Campanar, Bartolomé Combes, que hablaba y escribía en valenciano (según el historiador Eduardo Pérez Lluch), en su libro “Feliz Hallazgo (…)” 1714, dejo escrito:”Encaninose en derechura al llano de la Zaydia, de allí por Marjalenas al Convento de nuestra Señora de la Esperanza (…)”.

En el Edicto Municipal de 1797, que hace referencia a los arrabales de la ciudad de Valencia, dice.-”Por el camino de la Esperanza, la última casa de Marjalenes”.
Marchalenes, Marjalenes, dos nombres distorsionados, el primero de ellos, escrito por amanuense castellanizado y, el segundo el del Ayuntamiento, valencianizado con la “J” que al igual que Nicolau Primitiu, emplean una grafía más aproximada al habla de este arrabal de “vora riu”, al decir, que “ vaig anar a escola a Marjalenes;…”(Cfr.- Rosa Gómez Casañ. -Una aproximacio a la seua vida-.1997)

El arabista Ribera Tarragó, respecto a las donaciones del Repartiment se pregunta.-
“ ¿Cómo se explica el cambio de -e- en -i- para pronunciar Mislata?” Sospecho que por la influencia de la letra-ain- gutural muy abierta y enfática, inicial de -Atta-, que tiende a oscurecer los sonidos inmediatos. Semejante fenómeno se presenta en otras denominaciones árabes valencianas que tienen esa letra: Marchalenes, en el S. XIII se escribió Marchiliena (Repartiment) y la Çahadía de los tiempos de la Reconquista se pronunció después Zaidía. No es, por tanto, un cambio anormal”...
Cfr.- Julián Ribera Tarragó en “Opúsculos Dispersos” 1927
La lingüística que en cambio, deben de utilizar los soportes documentales para el mejor conocimiento del idioma “ordenan” escribir con esta tan estrafalaria grafía el nombre Marxalenes y, por tan risible motivo se les podía hacer siguiente pregunta.- ¿Han investigado en alguna ocasión la veraz historiografía de este antiquísimo arrabal de extramuros situado en el septentrión de la ciudad de Valencia, precisamente donde germinaba la hondonada o “conca” que se conformaba a la vera del río Turia? Tradicionalmente, la historiografia valenciana -desde Escolano, pasando por Texidor, Roque Chabas, Boix, Rodrigo Pertegás, Martinez Aloy, nuestros ilustres vecinos Nicolau Primitiu, y Luis B. Lluch Garin, y toda la pleyade de historiadores y geografos contemporaneos, igualmente que los vecinos Armando Amorós Donderis,y Félix Valls Pons, descencientes de acrisoladas familias de este poblado, coincidieron en afirmar la existencia de “terres marjalenques” en este territorio mitad lacustre, mitad huertano, documentado en el siglo XV, y posteriores, con el valencianisimo topónimo Marjalena.
Otro día, me referiré a los topónimos Tendetes, Campanar y, Silla, que como dice mi admirado don Abelardo Herrero Alonso,.-“Enfrontar-se a un hidronim representa sempre el risc d`abordar alguna cosa fosca i enigmatica(...)”.
Juan B. Viñals Cebriá